Este es un blog de viajes y paseos. La idea es contar mis experiencias, mis anécdotas y aconsejar a aquellos que se entusiasman ante la posibilidad de viajar.
lunes, 11 de octubre de 2010
Esteros del Iberá
Una sorpresa de color naturaleza en la provincia de Corrientes. Flora, fauna y lecciones de vida.
Este fin de semana, el boleto para pasear me llevó hasta los Esteros del Iberá. El viaje en micro se hizo un poco pesado, pero al llegar a Mercedes, me esperaba Hernán Costaguta del Iberá Lodge y me llevó hasta el lugar. Mientras tomábamos mate en la camioneta, me contaba que en la entrada de Mercedes está el Gauchito Gil y se ve una larga fila de gente que va a pedirle milagros. El viaje hasta el Iberá Lodge duró aproximadamente una hora. Cuando llegamos, me esperaba Carmen, con una sonrisa, un jugo de naranja natural y unos chipacitos deliciosos. Logré que me diera la receta y me contara el secreto para que salieran más que ricos, pero eso me lo guardo, porque sólo me lo contó a mí.
Después de conocer mi habitación, recorrer el casco de la estancia donde se construyó el Iberá Lodge, Hernán y yo almorzamos y luego fuimos a navegar por las aguas del Iberá. Allí me presentó a Piqui, un cazador furtivo devenido en proteccionista de la fauna y la flora del lugar. Hernán logró convencerlo y la vida de Piqui dio un vuelco. Pasó de comer carpincho recién cazado a no permitir la caza. Pique me contó que pasaba veinte días fuera de su casa con la única compañía de un perro sin raza conocida, pero con mucha habilidad para cazar. Con los juncos se hizo una cama y una almohada y allí descansaba junto a su perro.
El paseo en lancha fue maravilloso, descubrí que en el fondo del Iberá, hay un mundo secreto de plantas que florecen bajo el agua. A lo lejos, creí ver una playa con arena y todo, pero la arena eran camalotes. Vi una cantidad de aves de todos los colores que me impactaban con su colorido, con su canto. En un momento, Piqui me contó que vivía por allí el lobizón, el séptimo hijo varón de una familia de la zona, que había optado por vivir solo y no hablar con nadie. Según Piqui, cuando hay luna llena navegar por los canales del Iberá es emocionante, pero también estremecedor, porque el hombre solitario se convierte en lobizón. Él no lo vio, pero dice que hay quienes lo vieron... Son leyendas de la zona que forman parte de la magia de cada lugar.
Iberá es una voz guaraní que significa agua que brilla, y nunca un nombre estuvo mejor puesto, porque efectivamente, la sensación de navegar por allí es la de deslizarse en un espejo, y lo más emocionante es que al mirar las aguas, son tan cristalinas que se ve la flora que crece abajo y las flores que florecen bajo el agua. Es un paisaje raro, agreste, tranquilo.
De golpe, el grito de Piqui me sacó del ensueño del viaje: "Tírense abajo". Yo no sabía por qué, pero me tiré por las dudas. Hice bien, porque hay unas arañas en la zona que tejen verdaderos telares, con un hilo tan duro que se podría coser un colchón con eso. De hecho, Piqui me hizo una pulserita con el hilo de araña... No cualquiera tiene una pulsera de hilo de araña...
Dormir sin tele y sin compu
Para los bichos de ciudad como yo, cenar en un lugar tan tranquilo puede llegar a ser sospechoso. Me faltaba el ruido de la tele y la compu, no tenía señal en el celular. Volví a la vieja lectura para conciliar el sueño, y resultó tan reparador que dormí 10 horas seguidas. Me despertó el sol que entraba por las ventanas y el canto del gallo.
Después de un desayuno delicioso preparado por Carmen, me preparé para la caminata por la selva. Hernán y Piqui fueron mis guías. Fue una verdadera aventura, hubo que saltar un arroyito, sortear troncos, terrenos pantanosos. Estuvimos tres horas caminando.
La caminata tiene dos objetivos: el primero es contactarse directamente con la flora y la fauna de la zona, y el segundo es ver los tres tipos de selva que confluyen en los esteros. La selva misionera, el espinal chaqueño y el bosque paranense. Esos tres tipos de selva se distinguen claramente; por empezar, la vegetación cambia, la selva misionera tiene árboles más altos, el bosque paranaense tiene flora más abigarrada y el espinal chaqueño es más llano, y como su nombre lo indica, las plantas que predominan son espinosas. Pero son espinosas de verdad, hay que tener cuidado porque yo me traje de recuerdo un "arañazo" de una planta en un dedo.
La despedida
Terminó la caminata, llegamos hasta el complejo y pude disfrutar de la pileta y de la tranquilidad del lugar. Un almuerzo delicioso, de los que Carmen prepara, una siesta y Hernán me llevó a la estación de Mercedes donde me esperaba el micro que me llevó a Buenos Aires. Me impactó, me emocionó. Yo lo recomiendo.
Marta Gatti
¿Dónde estamos?
Estamos en la provincia de Corrientes, en el nordeste de la República Argentina, en el ecosistema conocido como Esteros del Iberá debe su nombre a la laguna homónima situada en la zona centro oriental de un gran sistema de humedales. Es una reserva provincial: la Reserva Natural del Iberá, desde el 15 de abril de 1983, por ley 3771. Sus límites son: al norte, la ruta nacional No 12; al este, la divisoria con los afluentes de los ríos Aguapey y Miriñay; al oeste, la divisoria con los esteros, arroyos y afluentes del Paraná y principalmente el Batel-Batelito; y al sur, la continuación de la divisoria del este, que separa el sistema de los afluentes de la margen derecha del Miriñay y al norte del Pay Ubre. Ocupa una superficie aproximada de 13.000 km2, que significa el 14% del territorio de la provincia.
¿Qué se puede hacer?
Las actividades son más variadas que las que yo hice. Se puede hacer buceo y descubrir el vivero submarino. También se pueden hacer cabalgatas de diversa dificultad. Hay caballos para principiantes y para jinetes valientes. Para cobardes como yo, hay reposeras para tomar sol.
Los amantes de la pesca deportiva con mosca, llegaron al lugar indicado. La mosca no lastima a los peces que son devueltos al río. También se puede recorrer las islas de la zona –que son muchas– y conocer la vida de los isleños, que viven de la caza, de la pesca y de la venta de sus artesanías.
Para pasarla bien
Cuando nos vamos de vacaciones o de escapada de fin de semana, tenemos que saber adónde vamos. Esto significa que si vamos a un lugar en el que hace mucho frío, hay que llevar ropa de abrigo específica y si vamos a un lugar donde hace calor, ropa liviana. Los Esteros del Iberá están en la provincia de Corrientes, al norte de la Argentina. Las temperaturas son altas y hay insectos. Tenemos que llevar protector solar factor 30 o más, repelente de insectos, anteojos de sol y gorra. Para la caminata por la selva, Iberá Lodge provee botas de goma. Otra recomendación es no usar colores estridentes, hay animales que se encolerizan con un rojo violento o un amarillo semáforo. A la noche, refresca, así que no hay que olvidarse de un saco.
¿Cómo llego?
De Buenos Aires a Mercedes, en micro. En Mercedes, se alquila un vehículo de la zona.
Hay que contratar los paquetes turísticos antes de viajar. Sugiero consultar www.iberalodge.com
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